Entonces, te empiezas a dar cuenta, de que verdaderamente la felicidad, se encuentra en los más pequeños detalles.
¿Sabes que le regalaría yo a alguien de quien estuviese enamorada? Una bola del mundo, para cerrar los ojos y jugar con él a hacerla girar y señalar los sitios donde podríamos ir juntos. ¿sabes la cantidad de lugares dónde podríamos ser felices?
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